Nuestro cómodo y espacioso edificio principal alberga la recepción, el vestíbulo, el bar y el restaurante. Aquí, los amantes de la naturaleza pueden relajarse mientras observan aves, mamíferos, anfibios y reptiles, acompañados por el gorgoteo agradable de la Quebrada Negra,arroyo que forma la frontera entre el Parque Nacional Piedras Blancas y nuestra reserva. Después de la puesta del sol, los huéspedes pueden disfrutar de uno de nuestros cocteles exóticos, mientras escuchan los sonidos de la selva: aves, insectos, ranas...

Nuestra biblioteca contiene libros interesantes sobre la flora y la fauna de la selva tropical, y nuestra tienda de souvenirs vende joyería hecha
a base de semillas del bosque lluvioso y coloridas máscaras talladas y pintadas por los indígenas Boruca.